DIARIO DE UN ANTIMENFOTISTA 103 - Nuestros Festivales de Cine

publicado en “La Verdad” de Viernes 17 Julio 2009

FESTIVALES DE CINE

Ya decíamos en otra columna que este mes de Julio será recordado como uno de los de mayor número de propuestas culturales interesantes en la historia reciente de la provincia. Por si tuvieramos poco con Festivales de Jazz, de Músicas del Mundo, de Magia, de Psicodelia, de viceoclips o el Low Cost llegan puntuales a su cita los Festivales de Cine de mayor trayectoria y solera de Alicante: el de Elx y el de L’Alfàs del Pi. Es hora de echarles un vistazo.

Festival de Cine de Elx. ¿El evento cultural vivo más antiguo de la Provincia? ¡Son 32 ediciones ya! El festival ilicitano ya hace años que consiguió por derecho propio introducirse en el circuito nacional de festivales especializados en cortometrajes, concretamente de aquellos en los que los jóvenes aspirantes a cineastas presentan sus proyectos en pequeño formato como paso previo para dar el salto al largo e iniciar así su carrera profesional en el mundo del celuloide (aunque con el advenimiento del formato digital esta expresión tan manida está empezando a quedar obsoleta… pero estoy divagando…). Directores como Amenazar ganaron en Elche en el alba Un par de datos avalan este “pedigrí” en este circuito: el número de obras presentadas (más de novecientas, lo que obliga a un jurado a realizar una selección previa de apenas un diez por ciento, que son las que finalmente se exhibirán) y el hecho de que a partir de este año la academia de cine tendrá en cuenta el palmarés del Festival d’Elx para baremar obras de cara a las nominaciones a los Goya en las categorías pertinentes. Desde sus inicios en 1978, el festival ha sabido adaptarse a nuevas realidades y formatos, incluyendo este año un premio de cine digital (de obras muy cortas pensadas más para verse a través de Internet en youtube o similares) y continuando con una sección de Documentales, evidencia de cierto auge actual de la no-ficción que se puede observar en España. Otro punto a su favor es ese lograr que la ciudad “respire” el evento, algo que en esta columna siempre destacamos y que se consigue no circunscribiendo sus actos a uno o dos lugares cerrados (se puede disfrutar del festival en los cines Odeon, la Playa de los Arenales del Sol, el Huerto del Cura…).

Festival de L’Alfás del Pi: Humildemente, creo que en su caso es justo hablar de declive. Otrora, era la única propuesta de evento cinéfilo alicantino que buscaba la vis “glamourosa”, invitando a algunos nombres conocidos de la industria cinematográfica española y logrando que por unos días la atención del aficionado provincial se centrara en La Marina (esto era así, era la única, hasta la llegada del Festival de Cine de Alicante). Da la sensación que el de L’Alfàs carece de identidad: un festival de Cine tiene que ser algo más que un espacio para poner películas y atraer a actores de más o menos renombre a tu ciudad, especialmente si tiene que bregar por hacerse un hueco en un panorama cada vez más saturado de iniciativas similares. Los nombres de la edición de este año, con Bibiana Fernández como presentadora y una actuación de Raphael, no contribuyen precisamente a borrar esta imagen caduca que viene dando en las últimas ediciones. Tampoco contribuye a atraer la atención sobre el la programación escogida, un conjunto de “grandes éxitos” de lo que han sido taquillazos o películas más o menos interesantes del año. Al contrario que el festival d’Elx, intenta tocar un poco de todos los palos (pequeño concurso de cortos, pequeño guiño a la versión original, pequeño puñado de películas que son estrenos reales…) cuando la lógica da la programación cultural indica que, en caso de recortes presupuestarios (que son previsibles hoy en día) cabe hacer todo lo contrario: especializarse, buscar una identidad, intentar ser el mejor o destacado en una parcela concreta. Esto es lo que debería hacer el festival de L’Alfás para recuperarse.

Más info en http://www.festivaldelalfas.es/

Aprovecho la ocasión para echar un suspiro nostálgico recordando los antiguos cines de verano, en los que tantos genios del celuloide descubrí al aire libre. Suerte que algunos ayuntamientos han puesto en marcha iniciativas de cine en la playa para poder disfrutar del séptimo arte al fresco ¡Antimenfotistas del mundo, uníos!