miércoles, noviembre 18, 2009

Diario de un antimenfotista 118 - LA SALLE





Publicado en “La Verdad” de Viernes 13 de Noviembre 2009

LA SALLE


En el corazón del casco antiguo de Alicante, en nuestro querido “barrio” por excelencia, abrió el año pasado un albergue juvenil que recuperó un edificio antiguo cerca de la Plaza de Quijano. Es el Hostal de Sal, un establecimiento con mucho encanto que ha seguido los pasos de Les Monjes en la zona. Hablamos de él en esta columna porque ha unido fuerzas junto a un activo colectivo de la ciudad, Overflow, para dar lugar a una nueva iniciativa antimenfotista y generadora de sinergias creativas y culturales.

Beatriz Lloret, diseñadora industrial y gerente del Hostal, disponía de una amplia sala en la planta baja del mismo, a la cual quería dar un uso cultural como dar valor añadido a sus huéspedes y conectar con la ciudad. Beatriz había compartido universidad con varios miembros de Overflow, y un encuentro casual años después generó la idea. Los de Overflow ya eran (y son) un colectivo alicantino consolidado, con nombre dentro de la escena de música electrónica local, con sello discográfico con 5 referencias (algunas de ellas entrando en los rankings de este estilo), organizadores de varias fiestas y eventos en clubs y discotecas… coincidía el momento además con que el colectivo estaba experimentando un giro en sus inquietudes: querían virar hacia la gestión cultural. Así que Overflow se curró el proyecto de una nueva sala cultural, con buen equipo técnico de audio y video, en la que pudiera tener cabida toda expresión de artistas alicantinos, con una programación inicial propuesta por ellos e implicando a otros colectivos activistas en el asunto a cambio de un alquiler simbólico sufragado por el Hostal. La decoración resultante recordaba al cómodo y acogedor salón de una casa. De ahí que decidieran llamarle “La Salle” (“Salón” o “Sala de estar multiusos” en francés), que además sonaba parecido al nombre del Hostal de la Sal.

La salle abrió sus puertas la semana pasada y a muchos nos cogió por sorpresa. La oportunidad ha permitido a Overflow desarrollar una sala desde prácticamente cero en lugar de buscar ubicación para estas propuestas en otros espacios existentes. En el proceso, han creado un nuevo espacio, que se autodefine “independiente”, para recalcar que no se quieren encuadrar en ninguna línea de política cultural o programática de institución alguna, sino que quieren marcar la suya propia. En su opinión, no es cierto que en Alicante “no pasen cosas” o “no haya espacios”, sino que el problema de nuestra cultura es que “no hemos encontrado nuestra identidad cultural”, como si han hecho Murcia o Elche.

Interior de La Salle - ¡Aquí va a pasar de todo!

¿Qué podemos encontrar en La Salle? Para empezar, un espacio y equipo Técnico listos para acoger cualquier iniciativa que propongamos. Para estimular nuestra imaginación y marcar por donde quieren que vayan los tiros, el espacio cuenta con una programación propuesta por Overflow y diversos aliados. Por ejemplo los seminarios de los miércoles, en donde se proyectan películas o cortos con charla previa sobre su autor y/o contenido y debate posterior. También Loop, un rincón que el segundo Jueves de cada mes inunda el local con música experimental y electrónica distinta a la que se puede escuchar en un club o sala de baile (acompañada además pro videos, fotografía y otras disciplinas en obras creadas para acompañar cada sesión). El primer viernes de cada mes, se le da cancha a jóvenes y arriesgados diseañadores de moda en un actividad perpetrada por los inquietos antimenfotistas del colectivo Fake Studio, mientras que los cuartos viernes La Salle se convierte en “Plataforma”, lugar para la expresión vocal y corporal (con actuaciones de música, magia, performances…). El tercer jueves de cada mes acoge un Club de té y lectura, mientras que el tercer jueves se ofrecen actividades relacionadas con la gastronomía, arrancando los primeros meses dedicando un ciclo a los vinos de Alicante y sus posibilidades tanto en la copa como en la cocina. El formato más innovador que proponen es el de “Imaign-a”, unos talleres de terapia audiovisual que mediante varios recursos audiovisuales, musicales y de otra índole pretende ayudar a estimular el hemisferio derecho del cerebro, el que nos ayuda a desarrollar nuestra creatividad.

Que haya surgido La Salle no solo es buena noticia, sino también síntoma de lo que venimos intentando demostrar en estas columnas: algo está cambiando en el Alicante cultural para mejor. Eso sí: tenemos propuestas, tenemos espacios… ahora nos falta encontrar esa identidad que Overflow echaba de menos y, añado yo, seguir buscando la unidad de los Antimenfotistas, los cuales no deben quedarse solo en lo cultural y ojalá se pongan a… ¡Antimenfotizar Alicante!



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