Los Riesgos de Ser Gestor Cultural #alcnow

Nuevo artículo del "Diario Antimenfotista" publicado en la Verdad del Sábado 4 Julio 2011

El tema es personal y profesional. Es una pequeña declaración de intenciones. También tiene bastante de artículo aclaratorio y explicativo. Cuando uno tiene cierta proyección pública (como es mi caso, para bien o para mal), está sometido al juicio de las personas, te conozcan o no, tengan elementos de juicio suficientes para valorar tu labor o no. No se puede contentar a todo el mundo. Pero a la hora de que valoren lo que hago, prefiero aportar cuanto más datos mejor. Después, que la opinión y la conciencia de cada uno juzgue.

Temas personales aparte, el artículo creo que puede ser interesante para Gestores Culturales o aspirantes a serlo. Listo alguno de los riesgos, peligros y malas prácticas con los que podemos tropezar en el desempeño de esta profesión.

Paz y amor.

(Foto Jose Luis Carrillo)

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(Artículo Completo en la Web de la Verdad) 

Mi profesión es la de gestor cultural. Esto significa que, además de organizar actos y eventos culturales, también los ideo o acabo dando forma de algo producible a ideas que tenga un cliente o institución que contrate mis servicios. A veces el camino es inverso: ideo un posible evento y luego busco si encaja en alguna de las programaciones que ayudo a desarrollar (Camon, KulturCAM, etc...) o si algún posible nuevo cliente estaría interesado en patrocinarlo. Esta parte de mi trabajo, idear los eventos, es la que más me gusta porque es la más creativa. Se trata de vivir de tus ideas y conocimientos. Cuando ves sobre un escenario que ha cobrado vida un festival o acto o conferencia que ha nacido de tu cabeza y le has dado forma tecleando en un ordenador se produce una satisfación comparable a la del guionista que ve su historia plasmada en un cómic, película u obra de teatro. Uno se siente útil para su sociedad: aunque no tenga talento artístico puede ayudar a que la vida cultural de su entorno mejore.

Un riesgo de la profesión de gestor cultural es acabar siendo un intermediario. Ser agente de una serie de artistas o sellos a los que intentas sacar cuantas más actuaciones mejor porque vas a porcentaje de sus beneficios. ¿Eres agente de fulano y te piden ideas para un festival? Propones a fulano, encaje o no en el festival propuesto. No quiero ser y no soy un mero intermediario entre agentes culturales. Si acabo proponiendo a un artista para un acto o centro cultural concreto, que sea porque de verdad encaja en los objetivos del acto o centro. O mejor: que se me haya ocurrido a mí la idea original del evento y a partir de ahí busquemos artistas o actividades adecuadas. Creo que por esto soy muy crítico con los centros culturales y eventos que no publican o explican sus objetivos y metas. Sin ellas, sus programaciones son colecciones de actividades que fácilmente caen en la vacuidad. ¿Cómo juzgar la labor de un centro si no es en función del cumplimiento de sus objetivos?

(Artículo Completo en la Web de la Verdad)