Rompo un poquito la temática de este blog, pero creo que esto se merece un post, por lo menos a mi me parece bonito.
Despúes de un par de semanas muy intensas (Operación de la mano, Kultur-CAM, Asamblea de EU...) hoy por fin me podido quedar un rato de más en la cama. Tenemos un pequeño balcón dando al dormitorio, un balcón que casi no usamos en el que tengo una mecedora donde María, mi pareja, se fuma de vez en cuando algún cigarro. En todo el invierno no hemos salido a este balconcito.
El caso es que estoy en la cama holgazaneando y me veo que un palomito se mete debajo de la mecedora. Y entonces veo lo que parece un trozo de cáscara de huevo y varias ramitas sobresaliendo.
Nos han hecho un nido en el balcón, debajo de la mecedora e incluso unos palomitos han roto su cascarón en él. El milagro de la vida y de la fauna urbana ocurriendo a un metro de donde duermo todos los días y yo sin enterarme.
No se si habrá que acabar deshauciándolos. De momento, María dice que les dejemos hasta que el palomito crezca. Estoy de Acuerdo. ¡Qué urbanita soy, che! A la gente del campo esto le parecerá algo común de todos los días, pero a mí estas cositas de la naturaleza me ponen tiernísimo...
La primavera siempre llega antes a Alicante.
La mecedora-nido. Observad el trozo de cascarón de huevo y las ramitas sobresaliendo.
Detalle del cascarón y la entrada del nido
1 comentario:
Oooh !!! Qué ternura !!! :-)
A mí también me pone muy tierna la naturaleza y más aún éstas cosas de nacimientos...
Igual hablo sin conocimiento de causa, porque a mí no me ha pasado nunca y no sé si la cosa puede complicarse, pero yo creo que no los echaría. Como mínimo, de momento, como decías, hasta que crezcan.
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