publicado en “La Verdad” de Viernes 18 de Septiembre de 2009
FESTIVAL DE MÚSICA DE ALICANTE
Puede que el título de este artículo llame a engaño ¿A que Festival en concreto se está refiriendo el autor? Gracias a los antimenfotistas, atrás han quedado los tiempos en los que la oferta de festivales de música en la provincia brillaba por su ausencia. ¿De cuál vamos a hablar?¿ Del Festival de Jazz, del Low Cost, del Fivecc, del de Músicas del Mundo, de de grupos noveles organizado por Alacant Rock…? Todos ellos, al fin y al cabo son “Festivales de Música de Alicante”.
En realidad, el título de este artículo coincide con la denominación que lo que venía siendo el Festival de Música Contemporánea de Alicante ha elegido para su vigésimo quinta edición. No cambia su filosofía ni su estructura, solo acorta el nombre. Vuelve uno de los eventos con más solera, más presupuesto y más prestigio de la programación cultural de Alicante (y el único que organiza diréctamente aquí un Ministerio, nada menos). Un año más, nos invade una sensación mixta, a caballo entre el orgullo por poder disfrutar en Alicante de algo así y cierta vergüenza por la escasísima afluencia de público que le suele acompañar (la cual nos hace cuestionar en secreto si somos dignos de él). A muchos nos gustaría que el público alicantino respondiera a la llamada de un Festival de Música Contemporánea que posiblemente sea el mejor que se realiza en España dentro de su género. Con toda humildad, voy a aportar algunas reflexiones, como profesional y entusiasta de la cultura, sobre algunos aspectos que considero podrían ayudar a mejorar la afluencia de público al festival.
- A vueltas con el nombre: Siempre he defendido que los eventos culturales de calidad tienen que crear una marca alrededor de su nombre, la cual sea transmisora de sus objetivos, su filosofía y su público. Se habla del “Sónar” y no del “Festival de Música electrónica y experimental de Barcelona”. Se habla del “Cultura urbana” y no del “Festival de HipHop de Madrid”. De acuerdo con esto, “Festival de Musica Contemporánea de Alicante” es apropiado para un subtítulo, pero demasiado descriptivo, demasiado largo para crear una marca (difícilmente se puede diseñar un logotipo reconocible en el que cupiera este nombre). Acortarlo quitando la denominación “Contemporánea”, que se ha hecho este año, no ayuda (como intentaba transmitir en el primer párrafo de esta columna, llama a confusión en el actual contexto de oferta cultural de la zona y deja de informar sobre la naturaleza e identidad del Evento). Mi propuesta: láncese una marca transmitible (¿Festcont?¿Musicont?¿Vanguardia 2010?) y manténgase como subtítulo de la misma la denominación “Festival de Música Contemporánea de Alicante”. Algunos festivales de la provincia, que pecan de este mismo error, ya “me han hecho caso” (y el Festival de Jazz de Alicante está empezando a usar la marca “Fijazz”). Obsérvese que tampoco hace falta obsesionare con la denominación local (“de Alicante”) una vez se logra que marca se consolide: todo el mundo sabe que el Sónar es en Barcelona o el FIB en Benicassim.
- La Programación: el festival tiene una filosofía muy marcada, circunstancia imprescindible en un evento serio y riguroso. Es la de mostrar lo mejorcito de la escena de Música Contemporánea de vanguardia, aunque de tradición clásica. Su problema de siempre es que este estilo es minoritario y no arrastra masas. Yo no me cansaré de recomendar que, junto a los artistas más ortodoxos dentro del sector al que se dirige el festival, deberían proponerse nombres de artistas de vanguardia que tienen más predicamento entre el público en general. No creo que Yann Tiersen (conocido por la banda sonora de Amelie) o Pascal Comelade o Jean-Michel Jarre desentonaran en un cartel junto a Kronos Quartet o Esemble Espai Sonor. Es más, su presencia ayudaría a llamar la atención del gran público sobre la programación del Festival sin perder por ello su público devoto clásico. Igualmente, se podría dar cancha a compositores y conciertos de Bandas Sonoras de cine, un género que también aúna vanguardia y tradición clásica y no desentonaría con la Filosofía del evento. Esta última idea permitiría, además, buscar complicidad y patrocinio con otro actor cultural de Alicante: La Ciudad de la Luz. A mi me encantaría ver a la Sinfónica de Alicante dirigida por Ennio Morriconne, John Williams, Danny Elfman o algún otro Maestro de la Música de Cine interpretando en el Teatro Principal sus piezas más conocidas. Insisto en que se conseguiría atraer nuevo público sin perder al clásico.
- La Difusión: Desde el punto de vista del Marketing tradicional, se están haciendo bien las cosas: carteles por toda la ciudad, la revista Üalá haciendo un reportaje dirigido a púbico joven en que tratan a los artistas del festival con los mismo códigos que a los participantes en el Low Cost o el Festival de Benicassim… Todo ello es positivo. Sin embargo, se echa de menos el uso de las Redes Sociales (Facebook, Twitter, Myspace… imprescindibles en la difusión de eventos hoy en día) así como de las Nuevas Tecnologías en general. Las obras que se estrenan en el festival se podrían retransmitir en directo por Internet, lo cual, con una adecuada labor de difusión en círculos especializados, atraería una atención brutal de la escena de compositores, músicos y aficionados a la Música Contemporánea que no en principio no se acercarían a Alicante. En suma, nuestro querido festival tiene que entrar en el Siglo XXI.
El 25º Festival de Música de Alicante tendrá lugar desde hoy Viernes 18 hasta el que viene, día 25. Celebrará actos en el Teatro Principal, Casa Bardín, Teatro Arniches y Casino de Alicante (el de la explanada, el clásico, vaya). Bien por desplegar la programación por toda la ciudad. Ahora, a ver si conseguimos que esta “respire” el festival y acuda en apoyo y disfrute del mismo. ¡Antimenfotistas del mundo, uníos!
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