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Copio mi columna de La Verdad de hoy Viernes 17 abril, con recomendaciones gastronómicas de Alicante. Salvo dos o tres, se trata de recomendar sitios buenos, bonitos y relativamente baratos.
¿Os animáis a ampliar las recomendaciones que hago a través de comentarios? Los sitios que recomendeís los destacaré en el post con actualizaciones ¡Bon Profit!
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Échenle la culpa a Sergio Balseyro. El redactor de cultura de La Verdad, y uno de los espejos en los que me miro a la hora de hacer estos pinitos en el mundo del periodismo cultural, es también un consumado gastrónomo, miembro de alguna asociación del ramo y redactor ocasional de artículos sobre el placer de la mesa. Así que es culpa suya que en mi cabeza tenga perfecto sentido dar cancha a recomendaciones gastronómicas en una columna que en principio tiene un marchamo cultural. Eso sí: no abandonamos la temática alicantina.
A fin de cuentas, salir a tomar algo, romper la rutina culinaria y hacer vida social delante de unos platos es parte esencial de nuestra forma de concebir el ocio. Muchas de mis noches culturales de conciertos, teatro, cine... han comenzado con una buena cena en alguno de los sitos que enumero un poco más abajo (o bien han continuado, dependiendo de la hora del evento en cuestión), para luego acabar en alguno de los bares a los que ya hemos dedicado espacio en Diario de un antimenfotista. La crisis puede estar reduciendo nuestra frecuencia de salir a cenar con pareja y/o amigos, pero no elimina esta costumbre tan sana. Además, rebuscando un poco, se pueden encontrar menús con precios aptos para tiempos de falta de abundancia. Para hacerlo más divertido, agrupémoslos en categorías.
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Los de llevar a gente que no es de Alicante (o darse el gustazo con tapas de la tierra): cuando queremos que el foráneo deguste tapas típicas de Alicante como nuestros montaditos de mojama o hueva, gambusi o pericana, mejor ir al
Bar Guillermo o
Lo Nuestro (ambos en la esquina de Pintor Velázquez con Juan Herrera). Más céntrico todavía
el Merengue en Alfonso el Sabio, cerca de Luceros. Los de siempre. Para bolsillos más estirados, los clásicos
Nou Manolín o
El Jumillano.
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Los orientales: comida abundante por muy poco dinero. Imprescindibles para estudiantes y mileuristas. De la pléyade de restaurantes chinos que hay en Alicante, por tener platos que no están en todas partes, recomendados especialmente el
Li Du (avenida Eusebio Sempere) y el
China (Doctor Gadea), este último con menús de varios países orientales a precios muy, muy asequibles. Otra opción oriental, aunque de región, es el
Taj Mahal (avenida Pérez Galdós), veterano, coqueto y acogedor rincón que permite degustar cocina hindú sin que el bolsillo se resienta demasiado (yo soy asiduo de sus khormas y sus currys). Si queremos/podemos estirarnos un poco y disponemos de transporte, mejor degustar el sushi del
Zhu (en el Pla, al lado de Casa Ros) o
el situado en la avenida de la Condomina en la Albufereta. Otro nivel aún más alto es el
Shashimi Tepanyanki (Gran Vía, cerca de Jesuitas), donde la comida puede ser todo un espectáculo con cocineros/malabaristas que cocinan delante del comensal en una plancha tradicional con toda suerte de virguerías. Eso sí, nada barato. Por cierto, que
el chino de la Coveta Fumá hace que merezca la pena la excursión.
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Los de menú sofisticado/apañao: sin llegar a bullerías deconstruidas de escuela Adrià, el bolsillo aún alcanza para un menú de mediodía (más económicos que las cenas) del
Mare Meua (calle Santo Tomás de Aquino, en el Barrio, enfrente del
Cherokee pub-Tavern, lo cual también es un punto a favor), con cocina tradicional alicantina repensada con un punto de modernidad. En la calle Tucumán,
Saborearte también intenta ofrecer una carta innovadora y pagable.
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Los de cenar de tapeo: imprescindible el
Ría de Vigo (calle Ángel Lozano), por calidad de tapas, por precio inmejorable y por lo bueno que está su vino de Ribeiro (es peligroso: como no rasca en boca te puedes pimplar una botella tu solito sin darte cuenta). Alternativas de toda la vida cercanas a él: el
Yale y el
Capri en la calle San Ildefonso, para armar orgías de montaditos, bravas, sangría y jarras de cerveza.
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Los de materia prima abundante y precio asequible: muchísimas sesiones de salida nocturna por El Barrio comienzan con un visita a la
Sidrería Escondida (plaza San Cristóbal), con sus carnes, platos de patatas y huevos fritos y escanciadores de sidra de diseño para degustar el mejor caldo de manzana a este lado del principado. Para comidas multitudinarias y cocina de mercado asequible, un día que vayamos al Auto-Cine en Villafranzqueza podemos planificar cena en el
Gorrión Club, el restaurante del tiro de pichón, cuyas riendas ha tomado recientemente la familia Durá, cuya experiencia al frente de puestos del mercado de la plaza de Argel garantiza la calidad del género.
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Las hamburgueserías buenas y baratas: las que están regentadas por ecuatoguineanos en la avenida de Salamanca (
Bowery's y Kuka's) son un clásico por estar buenas, tiradas de precio y tener un horario intempestivo que las hace aptas para tomar la última antes de dar un merecido descanso al cuerpo tras una noche gambiteando de bar en bar. En esta línea, mencionar también al
Bisila (calle Juan de Herrera), recientemente reformado y más cercano al triángulo Stereo/Clan Cabaret/Confetti, donde suelen acabar los mencionados jolgorios nocturnos de fin de semana.
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Los de buffet: para ponernos moraos de verdad, comiendo todo lo que podamos por un precio fijo. Una alternativa sana es el buffet de ensaladas, pizzas y pasta de la franquicia
Fres'co (Reyes Católicos). Volviendo al tema oriental, en el centro comercial Yelmo Cineplex hay un franquiciado oriental en el que los platos propuestos de sushi, rollitos de primavera y teriyakis varios van pasando en una cinta transportadora a la cual podemos acceder desde la mesa.
Bon profit.!!!!!!!!!!!!!1
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¡Venga! ¡Animaros a ampliar la lista!
Por cierto, reseñas de bares y restaurantes de Alicante & beyond en el
blog de Randolo: Alicantinos hamrientos.