martes, enero 01, 2008

DIARIO DE UN ANTIMENFOTISTA 24 - Tolkien y títeres

HOLA !!!!!

Varios asuntos personales me han tenido entretenido y en Diciembre no he podido actualizar el blog (estos asuntos incluyen un nuevo cambio de rumbo en la dirección profesional de la que hablaremos en otro post). De Momento voy colgando las columnas del "Diario de un antimenfotista" que han ido saliendo en La Verdad ¡Disfrutadlas y Feliz año!

TOLKIEN Y TÍTERES

Publicado en “La Verdad” de Viernes 7 de Diciembre de 2007

Hay una expresión en el idioma inglés tan bonita como difícil de traducir: “Unsung hero”. El “héroe sobre el que no se canta”. Recuerda a la época sobre en la que se escribían canciones para que las grandes hazañas de personas extraordinarias fueran recordadas. Pero había héroes sobre los que no se escribían canciones, o quizá personas sin cuya intervención la gesta no se hubiera podido llevar a cabo, aunque no siempre se le reconozca el mérito.

Los programadores y gestores culturales a menudo suelen ser “heroes sobre los que no se canta”. Algunos de los grandes actos, eventos, jornadas o festivales son más fruto de la imaginación, tesón y entrega del gestor que los lleva a cabo que la institución o empresa que las organiza de cara a la galería. Y en el caso de Alicante, son claro ejemplo de lo que es un “antimenfotista”: no se resignan y hacen lo que pueden para que nuestra oferta cultural se parezca a la que nos gustaría tener para nuestra ciudad.


Esta semana se están celebrando en Alicante dos ejemplos de jornadas de este tipo. Una es vieja conocida: Festiteres, el festival internacional de Títeres cumple 20 años convirtiendo a Alicante en capital de las marionetas. Eso quiere decir que es ya referencia para varias generaciones de alicantinos: se escogen fechas de diciembre con el puente de la constitución de por medio y cercanas a la navidad, lo que favorece la asistencia de padres que llevan a sus niños a Festititeres igual que sus padres les llevaban de pequeños a ellos. El festival no quiere dirigirse exclusivamente al público infantil y pretende romper una lanza en la validez cultural del teatro de títeres, pero los que hemos tenido una infancia feliz no podemos evitar sonreír al recordar las sesiones de marionetas que este bendito festival nos ha ido regalando a lo largo de nuestra y su historia. Se ofrecen espectáculos de primer orden internacional y de todas las técnicas posibles: marionetas de guante, de hilo, de mesa sombras chinescas, técnica mixta actores/títeres… Y, al igual que la muestra de teatro, reparte sus actos por toda la ciudad, incluidas actividades paralelas.

Todo ello en gran parte gracias a la labor de Angel Casado, funcionario al servicio de la ciudad desde la concejalía de cultura acostumbrado a ser uno de nuestros ilustres “unsung heroes”. De igual “forma, Joaquín Manresa lleva años renovando constantemente la programación del Aula de cultura de la CAM, siempre a la caza de tendencias y repensando una programación para evitar pilotos automáticos y anquilosamiento de la misma. Su mano derecha en los últimos tiempos es Jorge Hernández, un programador joven al que se le nota en el mejor sentido de la expresión que viene del mundo de la cultura alternativa.

Hoy estoy escribiendo esta columna en mi ordenador portátil desde unas jornadas que bien podrían, junto a Destaca-3 o las jornadas de cultura hip-hop, representar ese espíritu de renovación y contacto con las nuevas tendencias que se obseva en el Aula de la CAM. Hoy estoy viendo un maratón de las tres películas de “El señor de los anillos” incluido dentro de unas jornadas sobre la figura de J.R.R.Tolkien, al que su condición de autor de género le ha impedido alcanzar el reconocimiento por parte de la “alta cultura” a pesar de ser un autor de culto. Últimamente actos como este ayudan a que se reconozca la grandeza del personaje. El caso de Jorge también me hace reflexionar sobre el cambio generacional en los programadores no solo culturales, sino también de televisión, guionistas y marcadores de tendencias en general: los que hace unos años eramos “frikis” (y a mucha honra) interesados en la cultura alternativa en general (comics, juegos de rol, ciencia-ficción, cine de culto…) hoy empezamos a tener trabajos y responsabilidades desde los que intentamos que esa cultura alternativa deje de serlo para que sea reconocida como cultura a secas, es decir, que reciba el reconocimiento que siempre hemos creído se merece.

De igual forma, algún día esta ciudad tendrá que reconocer el importante papel que ha tenido la imaginación, tesón y entrega de nuestros programadores culturales a las que me refería al principio del artículo. Aunque mi profesión sea esa precisamente, entiéndase este deseo sin atisbo de vanidad o soberbia: tan solo afirmo lo que entiendo sería de justicia. ¡Antimenfotistas del mundo, uníos!

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